Transcurrió la época navideña y el fin de año 2014, estamos en el umbral de un nuevo y resplandeciente período que entre un criterio y otro se manifiesta variado, pero poco alejado de la realidad venezolana.
El cotidiano servicio de taxi continuó el recorrido por los cuatro puntos cardinales de la Gran Valencia, los comentarios y opiniones escuchados, aunque muy diversos, como lo digo anteriormente, convergen en el punto de la "crisis" nacional: Escasez, delincuencia, apagones, especulación e inflación items que a veces parecieran haber estado siempre con nosotros o por su común referencia son ya parte del folclore.
Esto ya no lo aguantamos, dice una cliente ya asidua, pues a donde iremos a llegar con todo tan caro? se pregunta, mientras sostiene conversación telefónica- yo me limito a escucharla, aunque con ganas de inmiscuirme- "fíjate, explica la joven señora, acabo de gastar en cuatro bobadas para mis hijos catorce mil bolívares" (monto éste que si lo convertimos es igual a tres salarios mínimos actuales o 14 millones de los viejos).
Mientras ella continua con su larga conversa me imagino, ya que no lo dijo, es decir no detalló lo que compró, que son cuatro piezas de vestir entre blusas y pantalones, así, me digo están las cosas.
Mientras continuaba la ruta con mi cliente en el carro, cruzamos la vía frente a una tienda de artefactos domésticos donde se formaba una larga cola de personas para obtener un cupo para hacer compras de neveras, cocinas y televisores a "precios justos" (regulados por el gobierno nacional) era la sensación de los transeúntes.
Vuelve y le indica a quien está al otro lado de la línea telefónica, "Ve, estoy pasando justo ahora frente a la tienda de los artefactos estos chinos que llegaron, la gente está a pleno sol anotándose, después de haber amanecido para poder comprarlos, chica tu crees eso normal? la gente no tiene dignidad como van a permitir que los irrespeten así? es que acaso no tienen el dinero para pagar en otra tienda?
Bueno mija que te puedo decir, le responde a la pregunta de la amiga con la que conversa por su móvil, a quienes se prestan para este juego del gobierno, porqué no están esos productos en varias tiendas o todas las que vendan productos como esos? Ah! no, eso no lo hacen porque ellos (los del gobierno) quieren controlar todo, como saben que esos aparatos los traen sólo ellos al país, entonces los regulan a través de estas tiendas.
Regresa mi imaginación a entrar en acción y me digo, esos barcos anunciados hace dos meses antes de fin de año con carga de línea blanca por parte del gobierno serían comprados a que precio el dólar? preferenciales? subastados? que empresa hará la compra? y de quien será? con esta inflación tan alta, 63% anualizada la más alta de latinoamericana. Trago grueso y me repito que esa catarsis que acabo de hacer es como la conversación de la Sra pasajera que llevo, pero sin interlocutor, al fin y al cabo yo sólo presto mi servicio de traslado, es decir soy un taxista y estamos cerca de su destino.
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