22 ene 2015

Anhelo una sociedad y un porvenir

Son las 6:45 de la mañana de un nuevo día, encapotado despuntó con su grisáceo cielo luego de un torrencial aguacero madrugador. Recorro la principal arteria del municipio San Diego, voy camino a dejar a mi hija menor a la universidad para recibir una clase extraordinaria en vista que su profesora necesita adelantar el tiempo por viaje programado a la isla de Cuba. Va para un congreso ideológico.
Mientras espero el cambio de luz en el semáforo para avanzar detallo por la soledad que el día, la hora y el clima permiten, los pocos transeúnte y transito automotor reflejan la tranquilidad de esta mañana sabatina.
Me obliga a voltear la vista la ya acostumbrada manera y forma de ver hacia una cadena de Farmatodo, como su nombre lo dice farmacia y algo mas, que aludiendo o mejor parodiando, por las circunstancia de escasez o mala distribución (diría un personero del gobierno) lleva a los compradores a mantenerse en vigilia a las puertas del local.
Ya son 17 días del nuevo año, aun con el sabor de la navidad en la boca, aflora lo que pudiera ser la situación que atravesaremos los restantes meses por correr. Es un año con elecciones previstas (eso aspiramos) para escoger a los representantes del pueblo a la Asamblea Nacional- los oídos, voces y manos la vista no, de "juan bimba" quien es el que manda- los contralores de la gestión gubernamental los legisladores de leyes que regirán a la sociedad y al país. 
Antes ya habíamos, mi hija y yo, visto también la larga cola formándose en Makro (otrora especie de megamercado o hiper) que causó asombro a mi pequeña, si es así los hijos nunca crecen para los ojos de los padres y madres.
Lo gris del día no se si asociarlo a lo aciago de los detalles anteriores o a la lluvia caída. El pregonero en el semáforo blandeó el diario con el titular y foto de la decisión de acordar casa por cárcel al ex-alcalde, casualmente del municipio donde estoy transitando. Lleva ya 306 días arrestado por incumplir, ademas de ser destituido, una orden judicial contra las guarimbas (protestas generadas en el pasado mes de febrero del año recién finalizado) que dejaron un gran numero de detenidos, heridos y muertos pidiendo la salida del actual presidente de la república; está enfermo y los médicos, de la cárcel militar donde hasta hace poco estuvo recluido así lo confirmaron en su informe.
Ya he dejado a mi hija para que puntualmente cumpla con la exigencia de la profe, y regreso por la misma vía, esta vez me detengo en la estación de servicio para cargar combustible, echarle gasolina, y me distraigo viendo como convergen un grueso lote de personas en una pequeña loma, quienes se ejercitan y depuran su organismo, una rutina que deduzco realizan varios días a la semana; mientras la cortina musical se escucha la canción:
Te daré una casa alegre a los pies del cerro aquel.
Y que tengas manantial y río
va soñando Simón.

Mi enfoque cambia hacia un grupo de ciclistas que pasan justo a mi lado, cual caravana, un serpentín multicolor de franelas y atuendos- deporte pasión de los "gochos" de San Cristobal, que casualidad otra zona denominada con nombre santo (por cierto su ex-alcalde también corre la misma suerte que el de aquí), que me inspira anhelar lo prismático que deberían ser las ideas y tendencias de una sociedad como la venezolana .
Bueno esa es ya historia que el pregonero se encarga día a día hacer llegar a quien como yo se topa en cada esquina con estas escenas. Ya en la autopista decido regresar a mi hogar, trabaje hasta muy tarde anoche y tengo un poco de sueño aun, mientras escucho la canción de Ricardo Montaner...
Te doy un porvenir y el último rincón de mi país.
Mi hipotecado pensamiento y mi poema
mi canción de amor y mi buen humor
y una góndola en Venecia.

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