25 feb 2016

Venezuela: Anhelando volver al pasado de abundancia

Archivo fotográfico del 07/09/2014 en una cadena de supermercados en la ciudad de Valencia - Venezuela
Pareciera que el título de esta nota fuese el de una película, pues no es así, es el sentir de cada ciudadano en todo el país. Hace tan sólo dos años, lo que reflejan las fotografías, estaban los grandes automercados, con precios asequibles, con productos nacionales e importados ofertados en las estanterías. 


Qué pasó? los propios entendidos no encuentran explicación o en el peor de los casos no quieren decirlas. Nosotros los ciudadanos de a pie en Venezuela si sabemos, hubo una hecatombe: despilfarraron miles de millones de dinero, de divisas, que presuntamente las utilizaban para garantizar "la soberanía alimentaria" del pueblo en proyectos y acciones políticas que con el transcurrir de, el sabio, el tiempo nos convirtió en la peor economía del continente.  
Los usuarios, para entonces, tenían la potestad de adquirir los productos por cantidad y precio.
La normalidad que debe caracterizar el hecho de adquirir productos básicos de la cesta de alimentación para cada hogar, era hasta la fecha algo singular, sujeto al ingreso per cápita y por ende del gusto y paladar de cada familia. Pero, los efectos de una mala política empeñada en dominar todos los campos productivos y de controlar las divisas para compras de insumos y materia prima por parte del gobierno, hizo que los estantes cambiarán su razón de contenedores para ofrecer una deprimente y desolada imagen. 
De las proteínas animales necesarias, el pollo (importado) fue el más buscado por su precio regulado 
El ejecutivo nacional se empecina, aduce que hay, hubo, en desarrollo continuado un "sabotaje económico" dirigido por sector empresariales, que persiguen desestabilizar la gestión que va dirigida al pueblo más necesitado. Aplica medidas desesperadas en ajustes de precios del combustible, aumenta el salario mínimo, eleva bonos y de paso los impuestos. Los jerarcas industriales agrupados le solicitan, casi semanalmente, al gobierno liquidez en divisas (que son el verdadero problema económico) para saldar deudas con sus proveedores para poder adquirir sus ansiados insumos y seguir con sus producciones. 
En la calle la ley es buscar "lo que llegue" en inhumanas colas de horas para llevar algo para las casas. 
Para una mayoría protagónica, recién electa en la Asamblea Nacional, declarar una emergencia económica no es suficiente, la solución planteada es remover, renovar, refrendar la dirección del país y por ende del estilo del gobierno que lleva entre novedad y heredad más de 16 años. 
El sabio refrán criollo dice "amanecerá y veremos", aspirando que todo cambie para bien de todos anhelando que la bonanza del pasado vuelva y con creces. 

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