Alvaro Espinoza, Martha de Guadarrama y Carlos García. Foto: Mauricio Centeno |
Alfredo Guadarrama es una pieza vital en la historia reciente del equipo. Miembro de la directiva bucanera desde 1969 y como presidente de la Junta Administradora motorizó la modernización de la Fundación en lo deportivo, comunicacional y gerencial. Logró la firma de peloteros que aún hoy le dan lustre al Magallanes como Johan Santana, Carlos Enríque Hernández y Endy Chávez. Durante su gestión al frente del Magallanes, los turcos clasificaron a la postemporada en cada año; además le brindó a la fanaticada los campeonatos de 1993-94; 1995-96 y 1996-97. Su trabajo dentro de la divisa incluyó ser el delegado del Magallanes ante la Liga y Contralor del Consejo Directivo de la Fundación Magallanes de Carabobo.
"Es un placer estar aquí en la exaltación de mi esposo. Durante 30 años, Alfredo compartió más tiempo con ustedes que con su familia. Pero se lo perdonamos porque sabíamos que era un gran amor hacia Magallanes y siempre dio lo mejor de él", indicó Martha de Guadarrama, quien recibió la placa en nombre de su esposo.
Álvaro Espinoza es un referente del Magallanes por su calidad entrega y amor por el beisbol. Logró tres campeonatos en los años noventa, vino al equipo en 1992 y coincidió con el buen momento de jóvenes comoCarlos García, Edgardo Alfonzo, Eddy Díaz, Richard Hidalgo, Melvin Mora, Juan Carlos Pulido; así como la llegada de Raúl Marcano, Oscar Azocar y Luís Raven, quienes conformaron uno de los mejores equipos de la época.
En su año de estreno con la nave bateó para .318 y llevó al conjunto filibustero a la primera final contra losLeones del Caracas, siendo esta una de las series más electrizantes de los últimos años y que se decidió en siete juegos. Ahí Magallanes alcanzó su séptimo título.
En la 1995-96 llegó a mitad de temporada pero fue suficiente para ayudar al equipo con un promedio de .374. Magallanes clasificó por séptima vez consecutiva y en la final se deshizo de Cardenales en seis juegos y conquistar su octavo título.
La temporada 96-97 fue una copia al carbón. Álvaro participó en 32 juegos y con un Magallanes clasificado en el primer lugar bateó .359 en la semifinal, repitiendo el título ante su ancestral rival. En esta ocasión la nave necesitó sólo de cinco encuentro para derrotar por segunda vez al Caracas en una final.
"Primero quiero agradecerle a Dios, luego a mi esposa y a mi familia por todo el apoyo; no es fácil lidiar con un pelotero y ellos tuvieron que hacerlo. A mis compañeros, que sin ellos no hubiese sido posible nada. Al señor Guadarrama y a toda la directiva que me trajo a esta bella organización, la mejor organización del mundo; porque el equipo no solo se hace con los peloteros, ellos tienen que ver mucho con la confección del equipo y ese trabajo fue increíble", expresó Espinoza entre lágrimas durante su alocución.
Y finalmente Carlos García, que fue una figura estelar de los filibusteros en los años noventa. Tras su firma en 1987 se apoderó rápidamente del campocorto en un roster lleno de grandes infielders. Inolvidable ha resultado su papel protagónico en la primera final contra el Caracas en 1994, cuando en el sexto juego de la serie anotó la carrera que dejó en el terreno al eterno rival y dio el triunfo 1 por 0, forzando a un séptimo encuentro donde Magallanes ganó su sétimo título. García bateó para .444 puntos de promedio en esos siete choques.
"El Almirante" tuvo una excelente participación en las Grandes Ligas durante 10 años. Destacó su figuración en la elección del Novato del Año en 1993 y su participación en el Juego de Las Estrellas de 1994.
A partir de la Temporada de 2009-10, Carlos García asumió el mando como manager de Magallanes. Ha asumido ese cargo por seis campañas y en su primer año condujo al equipo a 41 triunfos (cifra que significó una marca para el equipo y que le valió ser designado Manager del Año). En la campaña 2013-14 condujo a los bucaneros a su título número doce.
"La vida me está dando el privilegio de vestir el uniforme de los Navegantes del Magallanes. Quiero agradecerle a Álvaro por toda su contribución a nuestra organización; de verdad estoy orgulloso de ti. Por todos esos momentos buenos y no tan buenos que pasamos pero siempre juntos, como familia. Al señor Guadarrama porque fue esa figura paternal. Teníamos una situación donde existía escases de títulos y él fue quien empezó a armar las piezas que al final nos dio muchos campeonatos y finales. Mis hermanas, cuyo apoyo siempre ha sido importante para mí; manejaron ocho horas para compartir ese momento conmigo y realmente es algo inolvidable. A la organización del Magallanes que es mi segunda casa; a ellos les agradezco haberme dado la oportunidad de vestir este uniforme, es un privilegio, estoy orgulloso, soy magallanero ciento por ciento. Tuve la oportunidad de iniciar mi carrera como profesional y ahora tratando de darle más satisfacciones a los fanáticos desde otro ángulo", digo "El Almirante" ante todos los asistentes en el evento.
Ahora el Salón de la Fama filibustero cuenta con 24 personalidades que transitan en el Olimpo de la organización, por sus destacadas habilidades y oficios que le han dado a toda la familia magallanera las más inmensas alegrías a lo largo de 98 años de historia.
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